miércoles, 13 de agosto de 2025

EL SACRAMENTO DE UNA SONRISA JOSE LUIS MARTIN DESCALZO

El sacramento de la sonrisa

Si yo tuviera que pedirle a Dios un don, un solo don, un  regalo celeste, le pediría, creo que sin dudarlo, que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es lo que más envidio en algunas personas.Es, me parece, la cima de las expresiones humanas.

Hay, ya lo sé, sonrisas mentirosas, irónicas, despectivas y hasta ésas que en el teatro romántico llamaban «risas sardónicas». Son ésas de las que Shakespeare decía en una de sus comedias que «se puede matar con una sonrisa».Pero no es de ellas de las que estoy hablando. Es triste que hasta la sonrisa pueda pudrirse. Pero no vale la pena detenerse a hablar de la podredumbre.

Hablo más bien de las que surgen de un alma iluminada, ésas que son como la crestería de un relámpago en la noche, como lo que sentimos al ver correr a un corzo,como lo que produce en los oídos el correr del agua de una fuente en un bosque solitario, ésas que milagrosamente vemos surgir en el rostro de un niño de ocho meses y que algunos humanos —¡poquísimos!— consiguen conservar a lo largo de toda su vida.

Me parece que esa sonrisa es una de las pocas cosas que Adán

y Eva lograron sacar del paraíso cuando les expulsaron y por eso

cuando vemos un rostro que sabe sonreír tenemos la impresión de

haber retornado por unos segundos al paraíso. Lo dice estupendamente

Rosales cuando escribe que «es cierto que te puedes perder

en alguna sonrisa como dentro de un bosque y es cierto que, tal vez,

puedas vivir años y años sin regresar de una sonrisa». Debe de ser,

por ello, muy fácil enamorarse de gentes o personas que posean una

buena sonrisa. Y ¡qué afortunados quienes tienen un ser amado en

cuyo rostro aparece con frecuencia ese fulgor maravilloso!

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Pero la gran pregunta es, me parece, cómo se consigue una sonrisa.

¿Es un puro don del cielo? ¿O se construye como una casa?

Yo supongo que una mezcla de las dos cosas, pero con un predominio

de la segunda. Una persona hermosa, un rostro limpio y puro

tiene ya andado un buen camino para lograr una sonrisa fulgidora.

Pero todos conocemos viejitos y viejitas con sonrisas fuera de serie.

Tal vez las sonrisas mejores que yo haya conocido jamás las encontré

precisamente en rostros de monjas ancianas: la madre Teresa de

Calcuta y otras muchas menos conocidas.

Por eso yo diría que una buena sonrisa es más un arte que una

herencia. Que es algo que hay que construir, pacientemente, laboriosamente.

¿Con qué? Con equilibrio interior, con paz en el alma, con un

amor sin fronteras. La gente que ama mucho sonríe fácilmente. Porque

la sonrisa es, ante todo, una gran fidelidad interior a sí mismos.

Un amargado jamás sabrá sonreír. Menos un orgulloso.

Un arte que hay que practicar terca y constantemente. No haciendo

muecas ante un espejo, porque el fruto de ese tipo de ensayos

es la máscara y no la sonrisa. Aprender en la vida, dejando que la

alegría interior vaya iluminando todo cuanto a diario nos ocurre e

imponiendo a cada una de nuestras palabras la obligación de no

llegar a la boca sin haberse chapuzado antes en la sonrisa, lo mismo

que obligamos a los niños a ducharse antes de salir de casa por la

mañana.

Esto lo aprendí yo de un viejo profesor mío de oratoria. Un día

nos dio la mejor de sus lecciones: fue cuando explicó que si teníamos

que decir en un sermón o una conferencia algo desagradable

para los oyentes, que no dejáramos de hacerlo, pero que nos obligáramos

a nosotros mismos a decir todo lo desagradable sonriendo.

Aquel día aprendí yo algo que me ha sido infinitamente útil:

todo puede decirse. No hay verdades prohibidas. Lo que debe estar

prohibido es decir la verdad con amargura, con afanes de herir.

Cuando una sola de nuestras frases molesta a los oyentes (o lectores)

no es porque ellos sean egoístas y no les guste oír la verdad, sino

porque nosotros no hemos sabido decirla, porque no hemos tenido

el amor suficiente a nuestro público como para pensar siete veces

en la manera en la que les diríamos esa agria verdad, tal y como

pensamos la manera de decir a un amigo que ha muerto su madre.

La receta de poner a todos nuestros cócteles de palabras unas gotitas

de humor sonriente suele ser infalible.

Y es que en toda sonrisa hay algo de transparencia de Dios, de

la gran paz. Por eso me he atrevido a titular este comentario ha-<

blando de la sonrisa como de un sacramento. Porque es el signo

visible de que nuestra alma está abierta de par en par.

LA FELICIDAD NO SE COMPRA PAGOLA


 el “sermón de la montaña” como un verdadero programa de vida.
Ésa y no otra es la clave para entender y acoger estas palabras de Jesús. Cuando él proclama la llegada del Reino, exige también una inversión total de los criterios que imperan en este mundo. El mejor ejemplo de ello lo encontramos en las bienaventuranzas que encabezan este discurso (Mt 5, 3-11). En ellas están reflejados una serie de valores alternativos que son los que guiaron la vida de Jesús y los que deben hacer suyos quienes le siguen. Son como el “retrato robot” al que deberían parecerse los verdaderos discípulos, el sendero por el que caminan los que descubren que no hay mayor felicidad que hacer lo que Dios quiere.

MAL PROGRAMADOS
Todos experimentamos que la vida está sembrada de problemas y conflictos que en cualquier momento nos pueden hacer sufrir. Pero, a pesar de todo, podemos decir que la «felicidad interior» es uno de los mejores indicadores para saber si una persona está acertando en el difícil arte de vivir. Se podría incluso afirmar que la verdadera felicidad no es sino la vida misma cuando está siendo vivida con acierto y plenitud. Nuestro problema consiste en que la sociedad actual nos programa para buscar la felicidad por caminos equivocados que casi inevitablemente nos conducirán a vivir de manera desdichada. Una de las instrucciones erróneas dice así: «Si no tienes éxito, no vales». Para conseguir la aprobación de los demás e, incluso, la propia estima hay que triunfar.
La persona así programada difícilmente será dichosa. Necesitará tener éxito en todas sus pequeñas o grandes empresas. Cuando fracase en algo, sufrirá de manera indebida. Fácilmente crecerá su agresividad contra la sociedad y contra la misma vida.
Esa persona quedará, en gran parte, incapacitada para descubrir que ella vale por sí misma, por lo que es, aun antes de que se le añadan éxitos o logros personales. La segunda equivocación es ésta: «Si quieres tener éxito, has de valer más que los demás». Hay que ser siempre más que los otros, sobresalir, dominar. La persona así programada está llamada a sufrir. Vivirá siempre envidiando a los que han logrado más éxito, los que tienen mejor nivel de vida, los de posición más brillante. En su corazón crecerá fácilmente la insatisfacción, la envidia oculta, el resentimiento. No sabrá disfrutar de lo que es y de lo que tiene. Vivirá siempre mirando de reojo a los demás. Así, difícilmente se puede ser feliz.
Otra consigna equivocada: «Si no respondes a las expectativas, no puedes ser feliz». Has de responder a lo que espera de ti la sociedad, ajustarte a los esquemas. Si no entras por donde van todos, puedes perderte. La persona así programada se estropea casi inevitablemente. Termina por no conocerse a sí misma ni vivir su propia vida. Sólo busca lo que buscan todos, aunque no sepa exactamente por qué ni para qué. Las Bienaventuranzas nos invitan a preguntarnos si tenemos la vida bien planteada o no, y nos urgen a eliminar programaciones equivocadas. ¿Qué sucedería en mi vida si yo acertara a vivir con un corazón más sencillo, sin tanto afán de posesión, con más limpieza interior, más atento a los que sufren, con una confianza grande en un Dios que me ama de manera incondicional? Por ahí va el programa de vida que nos trazan las Bienaventuranzas de Jesús.

LA FELICIDAD NO SE COMPRA
Nadie sabemos dar una respuesta demasiado clara cuando se nos pregunta por la felicidad. ¿Qué es de verdad la felicidad? ¿En qué consiste realmente? ¿Cómo alcanzarla? ¿Por qué caminos? Ciertamente no es fácil acertar a ser feliz. No se logra la felicidad de cualquier manera. No basta conseguir lo que uno andaba buscando. No es suficiente satisfacer los deseos. Cuando uno ha conseguido lo que quería, descubre que está de nuevo buscando ser feliz.
También es claro que la felicidad no se puede comprar. No se la puede adquirir en ninguna planta de ningún gran almacén, como tampoco la alegría, la amistad o la ternura. Con dinero sólo podemos comprar apariencia de felicidad. Por eso, hay tantas personas tristes en nuestras calles. La felicidad ha sido sustituida por el placer, la comodidad y el bienestar. Pero nadie sabe cómo devolverle al hombre de hoy el gozo, la libertad, la experiencia de plenitud. Nosotros tenemos nuestras «bienaventuranzas». Suenan así: Dichosos los que tienen una buena cuenta corriente, los que se pueden comprar el último modelo, los que siempre triunfan, a costa de lo que sea, los que son aplaudidos, los que disfrutan de la vida sin escrúpulos, los que se desentienden de los problemas…
Jesús ha puesto nuestra «felicidad» cabeza abajo. Ha dado un vuelco total a nuestra manera de entender la vida y nos ha descubierto que estamos corriendo «en dirección contraria». Hay otro camino verdadero para ser feliz, que a nosotros nos parece falso e increíble. La verdadera felicidad es algo que uno se la encuentra de paso, como fruto de un seguimiento sencillo y fiel a Jesús. ¿En qué creer? ¿En las bienaventuranzas de Jesús o en los reclamos de felicidad de nuestra sociedad?
Tenemos que elegir entre estos dos caminos. O bien, tratar de asegurar nuestra pequeña felicidad y sufrir lo menos posible, sin amar, sin tener piedad de nadie, sin compartir… O bien, amar… buscar la justicia, estar cerca del que sufre y aceptar el sufrimiento que sea necesario, creyendo en una felicidad más profunda.
Uno se va haciendo creyente cuando va descubriendo prácticamente que el hombre es más feliz cuando ama, incluso sufriendo, que cuando no ama y por lo tanto no sufre por ello. Es una equivocación pensar que el cristiano está llamado a vivir fastidiándose más que los demás, de manera más infeliz que los otros. Ser cristiano, por el contrario, es buscar la verdadera felicidad por el camino señalado por Jesús. Una felicidad que comienza aquí, aunque alcanza su plenitud en el encuentro final con. José Antonio Pagola.

EN ADELANTE TODOS DIRAN QUE SOY FELIZ


Dios se fijó en su pequeñez y ahora es Madre Reina de toda la humanidad.

"Celebra todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en el Dios que me salva porque quiso mirar la condición humilde de su esclava, en adelante,pues,todos los hombres dirán que soy feliz."(Lc.1,46-48) 

Gracias Madre por tu humildad y hoy eres reconocida Madre Reina de toda la humanidad ,en la tierra y en el cielo, eternamente.
Ayúdanos a caminar desde tu mano en nuestro peregrinar  diario,en esta tierra para que desde la pequeñez,sencillez,humildad podamos alcanzar todas las gracias de Dios sobre nosotros y podamos llegar a participar de tu Reinado.


Ruega por nosotros Reina del Amor

Vivir el gozo para cambiar cara avinagrada de cristianos melancólicos, exhorta el Papa


Vivir el gozo para cambiar cara avinagrada de cristianos melancólicos, exhorta el Papa
 El gozo es un don del cristiano que lo llena desde dentro y que no debe estancarse sino que debe avanzar; para poder así predicar y anunciar a Jesús a los demás.
 La actitud gozosa de los discípulos, en el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés: "el cristiano es un hombre y una mujer de gozo. Esto nos lo enseña Jesús,  especialmente en este tiempo. ¿Qué cosa es este gozo? ¿Es la alegría? No: no es lo mismo. La alegría es buena, ¿eh?, alegrarse es bueno. Pero el gozo es algo más, es otra cosa. Es una cosa que no viene por motivos coyunturales, por motivos momentáneos: es una cosa más profunda. Es un don".
"La alegría, si queremos vivirla en todo momento, al final se transforma en ligereza, superficialidad, y también nos conduce a aquel estado de falta de sabiduría cristiana, nos hace un poco tontos, ingenuos, ¿no?, todo es alegría … no. El gozo es otra cosa. El gozo es un don del Señor. Nos llena desde dentro. Es como una unción del Espíritu. Y este gozo se encuentra en la seguridad que Jesús está con nosotros y con el Padre".
El hombre gozoso,  es un hombre seguro. Seguro que "Jesús está con nosotros, que Jesús está con el Padre". Pero este gozo,  "¿podemos embotellarlo un poco, para tenerlo siempre con nosotros?":
"No, porque si queremos tener este gozo solo para nosotros al final se enferma y nuestro corazón se encoge un poco, y nuestra cara no transmite aquel gran gozo sino aquella nostalgia, aquella melancolía que no es sana".
"Algunas veces estos cristianos melancólicos tienen más la cara avinagrada en vez de gozosa de los que tienen una vida bella. El gozo no puede estancarse: debe avanzar. El gozo es una virtud peregrina. Es un don que camina, que camina por el camino de la vida, camina con Jesús: predicar, anunciar a Jesús, el gozo, alarga y ensancha el camino".
 El gozo "es propiamente una virtud de los grandes, de aquellos grandes que están por encima de las poquedades, que están por encima de estas pequeñeces humanas, que no se dejan involucrar en aquellas pequeñas cosas internas de la comunidad, de la Iglesia: miran siempre al horizonte".
El gozo es "peregrino",  "El cristiano canta con el gozo, y camina, y lleva este gozo".
El gozo, "es el don que nos lleva a la virtud de la magnanimidad. El cristiano es magnánimo, no puede ser pusilánime: es magnánimo. Y justamente la magnanimidad es la virtud del respiro, es la virtud de ir siempre adelante, pero con aquel espíritu lleno de Espíritu Santo. El gozo es una gracia que debemos pedir al Señor".
 Pedir el gozo y también el deseo: aquello que lleva hacia adelante la vida del cristiano es el deseo. Cuanto más grande es tu deseo, más grande será tu gozo. El cristiano es un hombre, es una mujer de deseo: desear cada vez más en el camino de la vida. Pidamos al Señor esta gracia, este don del Espíritu: el gozo cristiano. Lejos de la tristeza, lejos de la simple alegría… es otra cosa. Es una gracia que debemos pedir".
Papa Francisco.

HACER DE NUESTRA VIDA UN ACTO DE AMOR

4) DEBEMOS HACER DE NUESTRA VIDA UN ACTO DE AMOR

Es el cuarto mandamiento de John Powell dice:
Para quienes no han amado , la vejez con lleva una soledad glacial . Enterraron ,para no perderlo, el mayor don humano y al final lo han perdido todo, nadie más se acercó  se interesó por ellos y ahora no son mas que personas sin amor, a la espera solitaria de la muerte.
Pero para los que han amado es la época de la cosecha. Las semillas de amor tan cuidadosamente plantadas de hace tantos años, han ido germinando.
La persona cuando ha amado cuando llega el crepúsculo de su vida, cuenta con la presencia y la atención de los demás .

Y GENEROSIDASIEMPRE SE COSECHA LO QUE SE HA SEMBRADO
LO QUE SE DIO CON TANTA ALEGRÍA Y GENEROSIDAD RETORNA CON CRESES
.

El amor del que hablo :
Tarda en perder la paciencia
Busca siempre un modo de ser constructivo.
 El amor no es posesivo,
Tampoco está ansioso por impresionar,
Ni cultiva ideas exageradas.
De su propia importancia.
 El amor es bien educado.
Y no busca privilegios egoístas .
 E l amor no es susceptible ni frágil.
 No lleva cuenta del mal, ni se recrea contemplando la maldad ajena.
Por otro lado el amor se alegra, como todo la buena gente. cuando la verdad prevalece.
 El amor no da a nadie por perdido…..
l amor es lo único que permanece en pie .
(Paráfrasis ICR13)

VEAMOS AHORA MI PROPIA LISTA

· El amor te acepta tal como eres .
· Afirma tu bondad y tus dones
· Se preocupa por ti , quiere saber que estás bien, te impulsa a que te desarrolles plenamente,
· Empatiza sabe lo que se siente siendo tú
· Te anima a creer en ti mismo.
· Es amable en su trato contigo.
· Guarda los secretos ,tus confidencias están a salvo.
· Es bondadoso siempre te apoya.
Y está a tu lado
· Se rie mucho,siempre contigo
· Hace que te sientas satisfecho de ser tú mismo.
· No tiene en cuenta tus debilidades humanas.
· Ora por tus necesidades y tu crecimiento.
· Ve en ti aspectos positivos que los demás no han visto
· Habla a tu favor
· Te dice la verdad
· Piensa en ti en tus necesidades,
· Comprende tus altibajos.

La felicidad que sólo puede llegar como consecuencia del amor ,únicamente se puede comprender experimentándola. Es una alegría , que a quien no ama Sólo se le puede describir y la considerará un cuento de hadas.

La vida como acto de amor sólo puede ser presentada, diciendo: prueba , puede que te guste, pero la alternativa es clara : si una vida de amor es un cuento de hadas lo contrario es una pesadilla.

RECUERDA:

EL AMOR ES EL MAL MATEMÁTICO
NO LLEVA EN CUENTA DE SUS ACCIONES
SINO QUE SE LIMITA ACTUAR…. Y A SONREÍR.

5) DEBEMOS EXPANDIRNOS ABANDONANDO LA SEGURIDAD DE LO YA CONOCIDO

TE ESPERAN UN MUNDO MAS AMPLIO
Y UNA VIDA MAS PLENA
PERO TIENES QUE INTEGRARTE EN ELLOS
EXPANDIÉNDOTE.
MANOS A LA OBRA ES TU DÍA.

6 DEBEMOS APRENDER A SER BUSCADORES DEL BIEN.

7 DEBEMOS INTENTAR CRECER , NO SER PERFECTOS.

LOS FRACASOS NO SON MAS QUE EXPERIENCIAS
PROPIAS DEL APRENDIZAJE
EL ÚNICO AUTENTICO FRACASO ES AQUEL DEL QUE NO HEMOS APRENDIDO NADA.
8 DEBEMOS APRENDER A COMUNICARNOS DE VERDAD.
CUANTO MAS SECRETOS MAS ENFERMOS,
Y CUANTO MAS LIBRES DEMOS
Y MAS GRATUITAMENTE RECIBAMOS TANTO MAS SANOS.

9) DEBEMOS APRENDER A DISFRUTAR LAS COSAS BUENAS DE LA VIDA.

10) DEBEMOS HACER DE LA ORACIÓN PARTE DE NUESTRA VIDA COTIDIANA.

COMIENZA POR DECIRLE A DIOS QUIEN ERES TU EN ESTE MOMENTO
Y DILE :
AYUDAME BUEN DIOS DIOS DEL AMOR A CONOCERME A MI MISMO Y A CONOCERTE A TI.
AYUDAME A ENTENDER NUESTRA RELACIÓN .
ILUMINAME Y DAME FUERZAS. TERMINA DANDO
GRACIAS.

PREGUNTATE

¿QUIEN SOY YO?
¿COMO ME SIENTO HOY?
¿QUE ESTOY HACIENDO CON MI VIDA?
¿ REALIZO LO QUE QUIERO ?

EVALUA TU RELACION CON DIOS.

Bueno estas son las bienaventuranzas según John Powell que a mi personalmente me están ayudando espero que a vosotros también y os invito a que me escribáis en alguno de los comentarios lo que os ha parecido.

Permanecer en las raíces que me habita la Trinidad



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Mi querida Trinidad ,amado Padre en tus brazos deseo permanecer gracias porque eres mi Padre y mi Madre providente, siempre  cuidándome espiritual y físicamente, comprensivo sé que deseas que me viva siempre así feliz porque la alegría me viene de sentirme muy amada y querida por ti igualmente contigo Jesús compañero de fatigas, mi esposo el que me está mimando mejor que un buen esposo con miles de detalles sé que eres tú Jesús amado mío el que está enamorado de mí, como me gustaría vivir así ,enamorada de ti , sí esto es lo esencial un enamoramiento que me hace vivir con los pies puestos en la tierra, me invitas a vivir feliz, libre, espléndida, sirviendo en todo y a todos especialmente aquel que me necesita me agrade o no me agrade oh Jesús mío cuanto agradecimiento te debo eres tan especial no sólo conmigo sino con todo aquel que se acerca a ti gracias Jesús esposo mío gracias porque eres mi esposo y me siento como la esposa del cantar de los cantares se que deseas que viva y siga viviendo mi relación de esposa  contigo Jesús .

Ayúdame a tomar conciencia de lo amada que soy por ti Espíritu Santo mi huésped mi santificador sé que tú vas santificando todo lo que en mí es debilidad,pecado con  el fuego del amor dentro de mí, sé que eres tú quien mueves las emociones de alegría ,de paz, de armonía ,de misión, de servicio .

En una palabra el Padre me abraza me crea y modela mi vasija de barro y Jesús la riega como la lluvia que humedece el barro la tierra y tu Espíritu Santo fecunda mi tierra mi barro dando mucho fruto entre ellos la alegría la disponibilidad la apertura la tolerancia la humildad la comunión la paz, armonía sé que no vivo de estos frutos porque lo que hace que broten  estos frutos son las raíces.

 Por eso mi querida Trinidad necesito permanecer en mis raíces es lo único permanente eterno .

gracias mi querida Trinidad necesito dejarme bendecir por vosotros gracias por poder saborear gustar de vuestra presencia vosotros sois la luz que resplandece en las tinieblas de mi corazón de mi comunidad de la humanidad entera luz que sana que regenera que renueva que consagra luz potente que las tinieblas no la pueden apagar .

Que alegría y qué regalo poder creer  como los discípulos aumenta mi fe aunque sé que la fe es esa semillita tan pequeña que bastaría, pero quizás se necesita un cambio de mirada y ese cambio de mirada supone limpieza total, limpia mis ojos mi querido Jesús limpiame.

 Filomena¿ que quieres que haga por ti pídeme te daré lo que quieras ?

te pido que me regales tus ojos que son luz para aprender a mirar al otro como tú le miras sé que tú miras el corazón no lo externo tu mirada es profunda limpia transparente.

 Jesús ¿que debo hacer para ver como tú nos ves? 

Escucha esta historia había un hombre llamado Naamán era un hombre que gozaba de la estima y el favor de su señor era general del ejército del rey este hombre estaba enfermo de la piel había una muchacha servidora de Naamán que le dijo ojalá mi señor fuera a ver al profeta él lo librará de su enfermedad, y así lo hizo,cuando nada más llegó el profeta Elíseo le mandó una carta  diciéndole ve a bañarte siete veces en el Jordán y tu carne quedará limpia, nada más al leer la carta  se enfadó y decidió irse, comentando yo me imaginé que vendría en persona a recibirme y me salvaría y me libraría de la enfermedad, es que nuestros   ríos  no valen más que todo el agua de Israel no puedo bañarme en ellos y quedar limpio dio media vuelta y furioso se marchaba, pero sus compañeros se le acercaron y le dijeron señor si el profeta tuviera prescrito algo difícil lo harías, cuanto más si lo que te prescribe para quedar limpio es simplemente que te bañes. 

Entonces bajó al Jordán y se bañó siete veces como lo había ordenado el hombre de Dios y su carne quedó limpia como la de un niño. 

¿Que piensas de esta narración Filomena? que comprendes

 que le bastó solo  creer que podía sanarse si haría lo que el profeta le mandaba a decir ,pero le costó creer que algo tan sencillo podría sanarle y ahí le ayudaron sus compañeros le hicieron tomar conciencia que era así de sencillo simplemente que se bañe en las aguas del Jordán entiendo Jesús que esas aguas del Jordán están en ti y que basta acudir a ti para quedar sanados tú eres ese manantial de agua fresca transparente y eres capaz de purificar sanar limpiar todo lo que hay en nuestra humanidad débil pecadora enferma.

 Jesús yo necesito sumergirme en estas aguas de tu amor puro derramado en mi corazón y en la Eucaristía se hace más palpable presente tu amor hecho carne que cuando te recibimos quedamos totalmente limpios transformados renovados, Jesús no sólo limpia mis ojos limpia mi mente, mi corazón, todo mi ser. Ya estás limpia Filomena ahora puedes ver desde mi mirada toda la realidad lo crees Filomena que ya estás totalmente limpia? sí Señor lo creo, muchas gracias mi Señor ,mi Jesús amado ,gracias mi SEÑOR por permitirme ver desde tu mirada ,el creer que cuando tú me miras  estás viendo en mi una descendencia ,una fecundidad eterna gracias porque solo desde una limpieza de mirada uno puede ver más allá de lo que uno puede palpar y ver como la experiencia de Abraham cuando le llamaste, así experimenté yo tú misma llamada, recuerda Filomena que esta promesa que recibió Abraham fue la misma tuya estando en casa en la terraza escuchaste la palabra que decía sal de tu casa nativa y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré haré de ti  un gran pueblo te bendeciré haré famoso tu nombre y servirá de bendición bendeciré a los que te bendigan con tu nombre se bendecieran todas las familias del mundo recuerda haz memoria. Sí Señor como lo recuerdo vivía con mi hermana Cecilia y orando esta palabra entendí que tenía que salir de mi casa y cogí mis cosas y me fuí a una convivencia no sabía donde iba lo que el Señor me dijera así lo hice tres días de convivencia y entendí que tenía que ir donde cada hermana un tiempo hasta el retiro de mes que haría con las misioneras y ahí ya entendí más fuerte tu llamada a dejarlo todo y entregarme a ti por completo entregar mi vida para siempre y entré a la comunidad el día 19 de julio cómo lo recuerdo Señor entonces me dejé guiar solo por tu palabra y yo te creí y desde entonces sigo en un en camino donde cumples aún tus promesas que, agradecida me siento Señor y he atravesado muchas pruebas y dificultades sufrimientos pero más alegrías que tristezas porque siempre me has acompañado iluminando mi vida desde la palabra como recuerdo en Bolivia aquella noche en el lugar que fuimos de misión creo que se llamaba La Paz aquella noche llena de estrellas un silencio profundo no había nada al rededor todo a oscuras solo el cielo iluminado por las estrellas y como recuerdo cuando viendo las estrellas solo escuchaba el latido de mi corazón en aquel silencio y entendí que ahí estabas presente dentro de mí y en este latido me decías te amo cada latido de tu corazón es un te amo como recuerdo en aquella noche como me hablaste estaba pasando por una situación de pobreza muy fuerte pero tú me dijiste estas palabras mira el cielo cuenta las estrellas si puedes así será tu descendencia y tú lo creíste como Abraham, mi promesa se actualiza cada día tu vida será fecunda muchos hijos han nacido ya y seguirán naciendo por generaciones 

cuánto te agradezco Jesús que vivas  dentro de mí esto me da mucha seguridad y tranquilidad de que realmente permanezca en vosotros, ayúdame a callar sentimientos, pensamientos ,experiencias que me separen de vosotros.

 Filomena tu  vida  no está en ser vista por los demás ,ni sobresalir delante de los hombres ,está en actuar respondiendome a mí y yo y mi padre que ve en lo secreto te premiará, no te entristezcas porque pasas desapercibida o vives trabajando sirviendo en los detalles más ocultos, no Filomena mi Padre que ve todo lo que sucede en tu corazón te premiará. cuando tú vayas a orar entra en tu habitación cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas y tu Padre que ve en lo escondido te premiará esto tanto en la oración como en el diario vivir toda tu entrega tu vida hecha servicio es amor y es mi amor a través de ti que fecunda tu vida, esto tiene que ser tu alegría Filomena vivir en las raíces la Trinidad tan querida por ti vive dentro de ti son las raíces y los frutos están en la raíz es la paz la alegría la comunión la misión alégrate Filomena porque tu descendencia será más numerosa que las estrellas del cielo y las arenas del mar. me encanta escucharte, estas palabras me  me llenan más que mil palabras humanas.  Sellare contigo una alianza perpetua te hago mi testigo para todos los pueblos tú llamarás a un pueblo desconocido un pueblo que no te conocía correrá hacia ti como el cielo está por encima de la tierra mis caminos están por encima de los vuestros y mis planes de vuestros planes .Jesús esto me da  seguridad .

¿SOY FELIZ?


¿SOY FELIZ?
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.
«Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con unalegría; pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumba enseguida. El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero los preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.»
Mt 13, 1-7. 18-23
¿Qué piedras hay dentro de mí que no me dejan ser feliz?
¿Qué abrojos (obstáculos) impiden que yo sea autentico?
¿Qué actitudes debo cambiar para ser realmente feliz?